• En SANLO contamos con gran capacidad de reacción y adaptabilidad a las necesidades productivas de nuestros clientes

 

  • Fue así como resolvimos este verano una ‘crisis’ con un fabricante de motores: en un mes logramos producir para él las piezas que se habían programado para medio año

 

España es el 2º país de Europa que más automóviles fabrica (solo por detrás de Alemania) y el 8º de todo el mundo, según datos del ICEX. Todas las primeras marcas de automoción están implantadas en nuestro país y el año pasado produjeron cerca de 3 millones de vehículos (comerciales y turismos), de los que se exportaron más del 80%. Se estima que en España hay unas 1.000 empresas fabricantes de componentes metálicos y equipos que abastecen a esta potente industria. Entre esas empresas está SANLO.

 

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La cuestión es: en un sector tan competitivo como la automoción, con abundantes pedidos urgentes y continuas roturas de stocks, ¿cuál dirías que es la fórmula para despuntar y convertirse en un proveedor de éxito, fiable y seguro?

Tras casi 40 años fabricando componentes metálicos en diferentes materiales (tubo, chapa y varilla) a través de técnicas como el corte, el conformado, el curvado, el estampado y la soldadura, en SANLO lo tenemos claro: el secreto está en la flexibilidad.

La clave es ser una empresa ágil en el servicio a los clientes, disponer de elasticidad para adaptarse a cualquier requerimiento y/o cambio de última hora en la producción, a salvo de los engorrosos trámites ‘burocráticos’ que en no pocas compañías entorpecen la transmisión de información a las personas en cargo, provocando que se pierda un tiempo precioso.

Fue así, siendo flexibles, como resolvimos con éxito recientemente  una ‘crisis’ provocada por uno de nuestros clientes, fabricante de motores. Esta empresa se vio obligada a cambiar de golpe todas sus previsiones, lo que afectó a sus proveedores, también a los de segundo nivel. Y para complicarlo más aún, esto ocurrió en julio, un mes crítico por las vacaciones.

Pese a ello, la capacidad de reacción y la disponibilidad que hemos cultivado durante décadas en SANLO nos permitieron adaptarnos a las nuevas exigencias y en apenas un mes conseguimos fabricar las piezas que se habían programado inicialmente para medio año. Cambiamos la planificación, adquirimos los materiales necesarios y fuimos realizando las entregas conforme las iba solicitando nuestro cliente.

 

Así de fácil. O así de difícil, según se mire.

 

En SANLO nos adaptamos rápido, muy rápido. Somos capaces de ejecutar transformaciones en la planificación que afectan no sólo a modificaciones en las máquinas o en sus utillajes, sino a todo nuestro sistema organizativo y de gestión de las tareas. La flexibilidad es una de nuestras grandes virtudes competitivas, fruto, en buena parte, del gran equipo humano con el que contamos.

 

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