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Tras 40 años en el sector del automóvil y más de 50 de andadura, en SANLO hemos ido depurando y optimizando todos nuestros procesos de fabricación para poder ofrecer a los clientes bajos costes en sus pedidos sin que ello afecte a la calidad de los productos
‘La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede’.
La definición es del escritor Aldous Huxley y en SANLO la compartimos al cien por cien. Porque que ha sido esa experiencia, es decir, lo que hemos hecho con todo lo que nos ha sucedido a lo largo de los últimos 50 años, lo que nos ha permitido convertirnos en uno de los principales proveedores de componentes metálicos para automoción, un sector exigente y con una competitividad feroz.
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¿Y qué es lo que hemos hecho con todo lo que nos ha ido sucediendo en el último medio siglo?
Pues además de acumular un profundo conocimiento de nuestros productos, en SANLO hemos ido depurando y optimizando la organización de todos y cada uno de los procesos de fabricación, buscando la mejora continua incluso en los detalles más nimios, de manera que podamos ofrecer a nuestros clientes bajos costes en sus pedidos sin que se vea afectada por ello la calidad de los productos.
Quedan lejos nuestros orígenes en el sector del electrodoméstico, en los años 60. La aparición del plástico en detrimento del metal en los aparatos eléctricos nos empujó a cambiar de rumbo. Pusimos el foco en la automoción porque existían numerosas plantas próximas a la nuestra de la industria del automóvil; porque las series productivas de esos fabricantes eran más largas, lo cual siempre es una garantía para el proveedor; y porque, además, las relaciones con los clientes, siempre y cuando el trabajo estuviera bien hecho, eran también más estables.
Entonces aprendimos que, en entornos industriales tan cambiantes, las firmas que no tengan capacidad de reacción y adaptación están condenadas a la extinción. La vida media de las empresas en España apenas llega, de hecho, a los 12 años, según diferentes estudios, mientras que sólo el 1,25% nacieron antes de 1975. Formar parte de este último grupo tan selecto es un claro indicador de que estamos haciendo las cosas muy bien.
A proporcionar componentes metálicos para automoción en diferentes materiales (tubo, chapa y varilla) a través de técnicas como el corte, el conformado, el curvado, el estampado y la soldadura llevamos entregados ya más de 40 años. Y esperemos que podamos seguir en ello al menos otros 40 años más.
Ante nosotros tenemos un futuro ilusionante y lleno de retos que afrontamos rebosantes de optimismo y con la tranquilidad que nos da la experiencia acumulada, todo lo que ya hemos hecho con lo que nos ha sucedido.